Las metas de la espiritualidad taoísta consisten en alcanzar una vida longeva y saludable, permanecer serenos en medio del ruido mundano y llegar a ser uno con la energía viva del Tao. De entre todos los textos clásicos taoístas, el Hui-ming ching [Tratado sobre el cultivo de la vida] es uno de los más importantes acerca del cultivo de la energía de la vida y el arte de la longevidad. Hoy, doscientos años después de su publicación, es todavía una de las obras que más accesiblemente trata esta rama de la práctica taoísta, hasta ahora reservada sólo para iniciados. Esta obra abandona el lenguaje simbólico que suelen emplear los textos clásicos más antiguos para tratar de modo directo y concreto la práctica de las órbitas microcósmica y macrocósmica, los métodos taoístas de conservación de la energía procreadora y el papel de la respiración en la circulación de la energía. Es, además, unos de los pocos tratados taoístas que documenta de principio a fin el proceso de transformación espiritual, aportando las claves del desarrollo espiritual.(...)
