Este libro es una rara combinación de espiritualidad y teología que desvela significados olvidados del término «reconciliación» y lo que ello supone para la misión y el ministerio de la iglesia en un mundo violento. Schreiter reflexiona sobre las contradicciones, tanto espirituales como políticas, que definen a nuestra época. Y al hilo de esta reflexión, subraya la singularidad del ministerio de la reconciliación que ha sido encomendado a los seguidores de Cristo. Y concluye que lo verdaderamente decisivo a la hora de superar la enemistad entre los seres humanos, es la acción graciosa, pero secreta, de Dios en la cruz de Cristo, símbolo a la vez de la derrota de los violentos y de la victoria de sus víctimas.