Cuando Jon Ronson se dedic贸 a investigar el universo paranoico de los extremismos m谩s diversos, es decir, a los otros, descubri贸 que los enemigos de las democracias occidentales, desde los radicales isl谩micos hasta los neonazis, tiene algo en com煤n: todos sostienen que la estructura cosmopolita y liberal de Occidente es un sistema fan谩tico y degenerado, y que una reducida elite, reunida en la clandestinidad, decide el curso de los acontecimientos planetarios. La b煤squeda de Ronson para dar con estos ocultos dirigentes del mundo result贸 dificil y trepidante, pero muy divertida. Individuos con gafas oscuras lo persiguieron en Portugal; se descubri贸 que era jud铆o en un campo de entrenamiento militar de la Yihad; escuch贸 a David Icke asegurar que en realidad lagartos de tres metros rigen nuestros destinos; tuvo que usar una caperuza del Ku Klux Klan; y presenci贸 c贸mo varios pol铆ticos y empresarios de relevancia mundial -el grupo de Bilderberg- participaban en un extra帽o ritual en California.
