Este volumen de estudios profundiza en el conocimiento de la dramaturgia española del siglo XVI a partir de las aportaciones de once especialistas que se centran en aspectos todavía no advertidos o poco analizados de obras, autores y prácticas escénicas del teatro de ese tiempo. Se abordan en él asuntos como la retórica de la representación, el análisis de las figuras del poderoso, el padre o el estudiante, la presencia de Torres Naharro en el teatro cervantino o la de Juan de la Cueva en la historiografía literaria de la Ilustración, y la variación lingüística en Lope de Rueda, además del estudio de obras de dramaturgos como Mexía de la Cerda o Gómez de Eslava y del análisis de la década prodigiosa del teatro quinientista.