En un momento en el que las dinámicas globalizadoras operan como masas monocolores, aplicando una pátina homogeneizadora sobre diseños territoriales, urbanísticos, paisajísticos, pero también sobre percepciones colectivas, comportamientos y actitudes sociales, el patrimonio natural y cultural surge como la salvaguarda de la singularidad, particularidad, idiosincrasia de realidades territoriales y colectivos humanos. De ahí la necesidad de conservar el legado patrimonial presente en nuestras ciudades y pueblos, pues en ellos reside la memoria colectiva, las raíces del pasado y las manifestaciones del presente. La salvaguarda del patrimonio cultural implica su puesta en valor mediante su investigación y difusión, pero también conlleva su asunción como vector de desarrollo económico y social a través del turismo sostenible, especialmente en territorios de carácter rural, como La Alpujarra. Por tanto, patrimonio, cultura y turismo son los tres ejes vertebradores de esta obra colectiva en la que dichos conceptos se afrontan bajo múltiples enfoques y diferentes metodologías de trabajo (Historia, Historia del arte, Arqueología, Antroplogía, Lingüística, Educación, etc.). A lo largo de los distintos capítulos se abordan como objeto de estudio científico o como núcleos centrales de propuestas de intervención arqueológica, turística o educativa –por citar algunas- bienes patrimoniales de diversa naturaleza, dando como resultado una visión amplia y rigurosa de modos de proceder.