El pobre Sr. Rondón empieza el día con mal pie: despistado, se pone la chaqueta de su hijo y hace la ronda por el zoo mientras airea sus inseguridades. ¡Estás gordo!, se dice, y también: No le gustas a nadie. Al oírlo, ¡los animales creen que está hablando sobre ellos! No es hasta la hora de comer cuando se da cuenta de su error, al encontrarse a su hijo con una chaquetaque le llega hasta los pies.