Melissa Romney-Jones, la protagonista de este encantador debut de Hester Browne, ha vuelto a perder su trabajo, esta vez por una fusión de compañías. A raíz de encontrarse con una antigua profesora, se le ocurre la idea de iniciar la Agencia Little Lady, para ayudar a hombres sin muchas aptitudes a conseguir citas. A medida que su negocio se va desarrollando se encuentra con su mayor cliente, un apuesto norteamericano llamado Jonathan que causalmente estaba dirigiendo la empresa en la que ella trabajaba anteriormente; es en ese momento en el que Melissa empieza a preguntarse si está dejando de ser objetiva y si se está enamorando perdidamente de Jonathan.