Se podría decir que Maneras de perder es un libro que habla de la vida, pero, en realidad, habla de la gente. Porque eso que llamamos vida no es algo que ocurra en el vacío, aislado y separado de lo que lo sustenta. Y lo que sustenta la vida humana es la gente, los individuos, las personas. El amor, el odio, la compasión, el rencor, los celos, la frustración, la solidaridad, la moral y el derecho, por nombrar solo algunas cosas de las muchas que conforman nuestra existencia, no existen fuera del ser humano. Hay quien cree que la vida de la gente que vive en Boston o en Seattle es muy distinta a la vida de la gente que vive en otros lugares, pero tal vez no lo sea tanto. Quizás este libro ayude a comprender lo cerca que estamos todos, vivamos donde vivamos, las muchas cosas que tenemos en común, lo mucho que nos parecemos.