Ángel Peralta es uno de esos colosos que la Naturaleza obsequia a los hombres muy de vez en cuando. Le admiramos por su valor y buen hacer en el toreo de a caballo; pero también porque emana fuerza y sabiduría; la primera por causas genéticas, la segunda por observación de las personas, de los animales y de las cosas; por mirar despacio y llegar a ver, algo que muy pocos consiguen. Desde la atalaya de su caballo, este sabio centauro tiene un punto de vista privilegiado para ayudarnos a comprender los misterios del alma humana y el corazón y comportamiento de sus inseparables caballos. Nos desvela su faceta menos conocida, la de narrador, poeta y filósofo, acercándose con sus greguerías al universo de otros grandes como Ignacio Sánchez Mejías o Fernando Villalón. Leer a Ángel Peralta supone un privilegio y un placer idéntico al de verlo rejonear. Y en este libro comparte con nosotros la inmensa sabiduría que su camino como jinete y persona le ha permitido atesorar.