La situación acutal del urbanismo en Andalucía, en general, y de la gestión urbanística, en particular, exige la redenfinición de muschos de sus instrumentos con el fin de alcanzar mínimos cánones de eficiencia en el desarrollo de las previsiones de un planeamiento en muchas ocasiones aprobado en un escenario político y económico bien distinto del momento en el que será ejecutado. De ahí que esos instrumentos legales puestos a disposición de los agentes, públicos y privados, hayan de acoplarse a las nuevas exigencias:- los límites legales y jurisprudenciales de los convenios urbanísticos de gestión;- la singularidad de cada sistema de actuación;- la valoración del suelo y su, en ocasiones, complicado ensambleje en el confuso acople de la legislación andaluza con la estatal;- la universalización del proyecto de reparcelación como teatro de toda operación de equidistribución en cualquiera de los sistemas;- la aparición del agente urbanizador como alternativa al propietario en el papel protagonista de la gestión urbanística en Andalucía;- la dinamización de la gestión a través de juntas de compensación;- el singular protagonismo de las reservas de suelo para actuación públicas con la discutida utilización de la potestad expropiatoria como fórmula no siempre admitida de abaratamiento del suelo;- el reflejo registral de las operaciones de equidistribución;- en fin; las novedades más significativas en el ámbito de la fiscalidad urbanística.Éstas y algunas otras cuestiones son las que se abordan en este trabajo, que intenta profundizar en el estudio de la gestión urbanística en Andalucía y de su adecuada aplicación a los emergentes conflictos del derecho urbanístico actual.