La biografía más completa del Gaúcho, desde sus orígenes en el Gremio hasta el Mundial de Alemania, pasando por los éxitos con el FC Barcelona. A unos, Dios le ha dado el don de pintar. A mí me ha regalado la capacidad de hacer feliz a la gente jugando al fútbol. Un talento que Ronaldinho no ha desperdiciado. Se deja la piel para que las noventa mil personas del estadio puedan pasar un momento fantástico, se diviertan y vuelvan a casa contentos. Como él, con una sonrisa siempre dibujada en su cara. Esta es la verdadera magia de Ronaldinho: la alegría. Viva la diversión en el campo y en las gradas, vivan los que entienden que el fútbol es un juego, que el fútbol es fantasía, romanticismo y belleza. Viva Ronaldinho!