Del P. Laínez decía San Ignacio que era a quien más debía la Compañía de Jesús, incluido Francisco Javier. Juntamente con Salmerón, fue enviado a Trento como teólogo pontificio. Cuando Ignacio intentó sacarlo del Concilio y sustituirlo por Nadal, recibió esta comunicación de Salmerón: Dos o tres sustitutos de Laínez no harían el trabajo que éste hace en el Concilio ni contribuirían tanto como él al prestigio de la Compañía. Este libro recoge y comenta dicha carta, juntamente con el llamado Sumario Hispánico de Polanco, escrito al año siguiente a la vista del relato de Laínez.