Los que vamos en años por delante tenemos algo de derecho y mucho de obligación de contar a quienes nos siguen qué es lo que hemos visto, revisar con ellos alegrías y penas, asegurarles que la vida merece la pena... Ésa es la Buena Noticia que transmitimos con nuestra experiencia y nuestra perspectiva y nuestra fe. Somos testigos de la vida para unirnos en nuestro testimonio y para animar a vivirla con entrega y con gozo a todos cuantos conocemos y queremos. Todo ayuda para ello cuando todo sabemos comprenderlo, porque por todo ello hemos pasado.