Cuatro días son suficientes para que la vida de Ramón, adolescente de dieciséis años, inmaduro, vago y mal estudiante, cambie por completo. Hijo de un tendero y de una cocinera, estudia en el colegio privado donde trabaja su madre. Este hecho no le facilita la vida a Ramón; muy al contrario, aumenta su inseguridad frente a sus compañeros. La falta de motivación en el estudio, sus pocas ganas de trabajar y su complejo de inferioridad lo conducen a las drogas. Ramón se adentra en un callejón oscuro y peligroso del que es posible que no logre salir.