La Trampa es un testimonio de uno de los períodos de la historia más oscuros y atroces. Y también es una obra notable por su estilo realista, desnudo, capaz de evocar lo que significó para toda una nación perder brutalmente sus señas de identidad. Con algunos rasgos de humor a veces terrible y con un admirable dominio del detalle , La Trampa no es sólo una novela de suspense, sino el retrato preciso de la Francia ocupada, desprovisto de toda retórica y, tal vez por ello, el más desolado y verdadero.