Este libro tiene dos parte: una, de comentario introductorio y otra, documental. En la primera se analiza el trabajo que ha venido realizando el Tribunal Constitucional italiano desde 1956 hasta 2009 y que se podía resumir, en palabras de Alessandro Pizzorusso, en una labor de educación, en los valores de la Constitución, de los jueces, de los abogados y, en cierta medida, de los propios ciudadanos, que ha producido resultados positivos harto sorprendentes frente a la desafección generalizada hacia esos mismos valores. En la segunda parte se incluye la traducción de 26 de las sentencias más representativas agrupadas en cuatro etapas: la de la consolidación constitucional, la de las transformaciones sociales y políticas, la de la preocupación por la eficiencia y la de la garantía del sistema.