Ofrece un panorama abarcativo de la distimia y sus múltiples manifestaciones a lo largo de la vida, y lo hace con un justo equilibrio entre la exposición de los temas clínicos y teóricos. El espacio que la obra otorga a los problemas de definición, validación y operacionalización del trastorno y su comorbilidad con otros fenómenos permite observar la enorme complejidad del tema. Merece destacarse la diversidad de modelos psicopatológicos a los que el autor recurre para explicar sus características, lo que revela no sólo la riqueza y actualización de la información utilizada, sino su intención de mostrar la heterogeneidad de las fuentes posibles para abordar el problema. Un planteo integrativo que se nutre de una pluralidad de procedimientos: evaluación, psicoeducación, farmacoterapia y psicoterapia.