Nacida frente al mar, de quedarse, Cristina habría sido una embarcación que hace agua porque es la más expuesta de todas las escritoras de América Latina. Se lanza al vacío dónde va a caer. Reflexiva, preocupada por el acontecer del mundo y las transformaciones que sufre día tras día, escribe, pulsa el mundo, lo toma entre su pulgar y su índice, conoce su temperatura y sabe cuando le sube o le baja la presión. 120/80, 130/90, 100/70, 100/50. Por eso El pulso del mundo nos late entre las manos como un corazón. Tras más de 30 años de haber dejado Uruguay, Cristina Peri Rossi trasciende las fronteras. Su producción literaria la coloca entre los escritores más reconocidos de nuestros tiempos, aunque su obra no corresponda a un tiempo o espacio determinado porque ella ha superado la transterritorialidad.