Debido a las condiciones dramáticas en que fue engendrado, el prÃncipe Arturo creció bajo la tutela de MerlÃn. El futuro rey tuvo que iniciar desde muy joven un largo y complicado aprendizaje para poder distinguir a sus amigos de sus enemigos y seguir con fidelidad su propio destino. Por su parte, el sabio MerlÃn se vio obligado a soportar la angustia que le producÃa una nación en guerra, con sus intrigas y traiciones entre reyes y cortesanos.