El desarrollo del arte de la alta edad media quedó profundamente ligado a la evolución histórica europea de los siglos V al XII. El fin de la unidad romana y las invasiones germánicas conllevaron el fraccionamiento político de Europa; en el arte, esto quedó reflejado con la desintegración de las formas artísticas. En este contexto, sólo el románico fue capaz de imponerse en todo el ámbito europeo.