En esta obra se recogen los interrogantes que más se plantea el profesional de enfermería en la práctica diaria y se da respuesta a los mismos. El personal sanitario es el principal protagonista en el circuito de la infección nosocomial ya que puede, a través de su actuación, modificar conductas de riesgo y prevenir situaciones favorecedoras de infección. Las enfermedades infecciosas son un claro ejemplo en donde los hábitos y las conductas preventivas resultan de capital importancia para evitarlas. No todas las infecciones son bacteriémicas y algunas lo son en porcentajes muy bajos. Es de buena práctica clínica que frente a una infección se tomen todos los cultivos necesarios para beneficiar al paciente de un tratamiento adecuado. En la actualidad existen diversas guías prácticas que orientan a la toma de cultivos frente a determinadas infecciones, tanto de origen comunitario como nosocomial.