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EL FERROCARRIL MINERO DEL CONCAYO (DE CASTREJON A OLVEGA) Y LA MI NA PETRA III de GONZALEZ MORENO, JOSE ENRIQUE
EL FERROCARRIL MINERO DEL CONCAYO (DE CASTREJON A OLVEGA) Y LA MI NA PETRA III

Autore
GONZALEZ MORENO, JOSE ENRIQUE
Editor
EDICIONES TREA, S.L.
Isbn
9788497042078
Clasificación
Ingeniería de minas. Minería
Precio
€ 46,00

El ferrocarril minero de Moncayo de Castejón de Ebro (Navarra) y Ólvega (Soria) es sin lugar a dudas uno de los ferrocarriles más enigmáticos y desconocidos de la península ibérica. Su corta y ajetreada existencia se remonta a unos breves años comprendidos entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando un grupo capitalista belga, a cuyo frente se encontraba Èdouard Otlet -el concesionario del ferrocarril de Torralba a Soria- inicia la construcción de esta línea férrea de 67 kilómetros de longitud para dar salida al rico y abundante mineral de hierro existente en los cotos mineros de Ólvega, Ágreda y Borobia, que por carecer de fósforo, era tan apreciado por las principales acerías de países como Alemania, Inglaterra, Bélgica y Francia. Iniciada su construcción, pronto aparecen las primeras dificultades económicas, provocando en 1902 la suspensión de pagos de la compañía propietaria, la Sociedad Minera de Moncayo, procediéndose seguidamente al arriendo de las minas y del ferrocarril a una sociedad explotadora dirigida por el entonces prestigioso abogado, militar y diputado a Cortes Julio Seguí. A través de este arrendamiento, los accionistas y obligacionistas de la Sociedad Minera de Moncayo pensaron que sería la tabla de salvación de la compañía minera al vislumbrar lo que podría considerarse como un próspero y rico negocio, que además facilitaría el progreso de los pueblos de la comarca. Pronto, todas las esperanzas depositadas se convertirían en ruina y miseria, pues la codicia del arrendatario no hizo más que aumentar las dificultades, entablando contra los propietarios de las minas y del ferrocarril una cadena de largos y complicados litigios, de cuyo fruto emanarían las acciones legales encaminadas a la prematura clausura de este malogrado ferrocarril. Sin embargo, en la actualidad, podemos evitar que este ferrocarril caiga en el olvido, recorriendo los avatares de su historia a través de la lectura de estas páginas, o al pasear por la actual Vía Verde del Moncayo, levantada sobre parte de la vía vieja -como así la denominan los habitantes de la zona- y contemplar los hermosos paisajes que la contornan.


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