La aparición de Biografía incompleta en el panorama de la poesía española de 1953 causó no poca sorpresa entre los lectores y aficionados a la poesía. En una época en la que la poesía española estaba integrada en el marco de un clasicismo total, Gerardo Diego , ya académico de la lengua, personalidad respetada en el panorama intelectual de entonces, se mostraba en su faceta más olvidada: la de poeta vanguardista, creacionista o de creación.