Desde el año 1240, la Literatura Española guarda, en los versos de la cuaderna vía del Libro de Apolonio, el germen de sus futuros Adivinanceros culto y popular que cuidadosamente y pacientemente vamos recopilando, estudiando y publicando. La adivinanza culta se diferencia de la popular en hechos tan puntuales como el de la autoría, el paralelismo y el desglose lingüístico, la semiología y la métrica empleada en una y otra.