El accidente de equitación que Christopher Reeve sufrió en 1995 y a consecuencia del cual quedó tetrapléjico supuso para él un punto de inflexión en su vida. Desde entonces, Reeve vive consagrado a la superación personal y, en su empeño, ha llegado a dominar el arte de hacer de lo imposible lo inevitable. En Todo es posible, Reeve demuestra que todos somos capaces de superar infortunios en apariencia irremediables; nos enseña que, para quienes gozan de un cuerpo sano, la parálisis es una opción voluntaria -una elección personal que consiste en vivir abnegado por las dudas y por el miedo a asumir riesgos-, y que esa opción es inaceptable. Reeve sabe por experiencia propia que conquistar el espacio interior es una ardua labor y que requiere sufrimiento. En este libro, en el que intercala anécdotas de su vida con fragmentos extraídos de sus discursos y entrevistas, Reeve guía sutilmente al lector, ofreciéndole sus reflexiones.