El 31 de agosto de 1982 moría en Cádiz Juan Antonio Campuzano, como diría Zweig , poeta de su vida, cuya obra mejor está en el viento. Fue narrador intranscribilbe, dotado de una mermoria telescópica, de unos asombrosos recursos de orador decimonónico y un gran sentido del humor, de humor propio, para ser más exactos.