Este libro se dedica al estudio de los delitos de tortura y de atentados a la integridad moral realizados por funcionarios públicos. Tras preconizar como bien jurídico protegido la dignidad de la persona como derecho subjetivo público frente al poder en todo tipo de procedimiento oficial investigador y sancionador, se analizan las diferentes conductas típicas y sus relaciones sistemáticas. Se presta una especial atención a las cuestiones de justificación, desde una perspectiva esencialmente jurídica. En la segunda parte del libro se estudia la regulación anterior al Código Penal de 1995, aplicable a los hechos ocurridos en su vigencia. El libro comienza con una introducción sobre la tortura como fenómeno histórico, y concluye con un apéndice sobre su dimensión jurídico-internacional.