Puede hablarse de fascinación por el mar en la obra de Santiago Genovés. Del mar como trayecto y como reto cuando participa en las expediciones Ra 1 y Ra 2 para cuestionar la Historia; del mar desproporcionado y revelador de Alcali, convivencia límite, acaso irrepetible, que penetra en el comportamiento humano y emite un discurso nuevo. Ahora Genovés se apea del rigor científico para vaciar, desde su taller predilecto, las reflexiones más íntimas, aportando, esta vez a la Literatura, un viaje fantástico que teje en sus renglones lírica y metafísica, luz y tiniebla, esperanza y desencanto.