En 1637 el Ayuntamiento de Yepes encargaba a Calderón una obra para su celebración del Corpus Christi: era El mágico prodigioso . Se trata de una obra hagiográfica, o comedia de santos, basada en las vidas de San Cipriano y Santa Justina , mártires bajo la persecución de Diocleciano . La pasión de Cipriano, suerte de Fausto del siglo III, la virtud de Justina y el contrapunto asombroso de sus servidores articulan una comedia perfecta, que figura entre las más recordadas de Calderón.