Tras la euforia de la victoria de 1939, el régimen de Franco comenzaría a enfrentarse en los años 40 con vocescríticas o escépticas que volcarían su desengaño en la literatura. Cuatro obras ciertamente radicales acabaríansiendo prohibidas, censuradas o ninguneadas por las autoridades del momento, marcando el terreno de lo queiba a poder ser escrito y publicado en el primer franquismo: La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo JoséCela; La fiel Infantería (1943), de Rafael García Serrano; Legión 1936 (1945), de Pedro García Suárez… y JavierMariño (1942), de Torrente Ballester, obra que hoy rescatamos del olvido. Javier Mariño, primera novela deTorrente Ballester, se puso a la venta en diciembre de 1943. A los veinte días de su aparición, el 10 de enero de1944, los ejemplares existentes en las librerías fueron retirados, y la editorial recibió orden de almacenarla. Novolvería a ser editada hasta muchos años después en volumen individual y es, en consecuencia, la novela peorconocida de Torrente Ballester. Sin embargo, se trata de un texto de importancia capital en la evolución de suautor y en la narrativa española contemporánea. Itinerario de un personaje hacia su destino, en el fascinante yturbulento París de 1936, Javier Mariño es a la vez una historia de amor y el relato del encuentro delprotagonista con la propia identidad y con el nervio vivo de las convulsiones y conflictos de una época,restituidos con la suprema maestría expresiva que, ya desde esta novela fundacional, ha mostrado la escrituranarrativa de Torrente Ballester.¡Ay! Si los asuntos de España se sosegasen… Con María Victoria quedaban atrás demasiadas cosas de las que sedesprendía con dolor. Su vocación y todo lo demás acariciado hasta la primera crisis: hasta que comprendió queen nuestro siglo los hombres no son dueños de sí mismos, sino juguetes de la historia. No sólo los grandeshombres, sino también los pobres diablos como él, provincianos perdidos en un rincón de España.
