José María Salaverría (1873-1940) es uno de esos miembros de la Generación del 98 española que, tras sufrir una recepción sesgada, han caído casi en el olvido. Sin embargo, su obra narrativa, especialmente la breve de los géneros fantástico, especulativo y de aventuras, nos presenta a un autor cuya escritura fluye sin apenas esfuerzo, con la difícil discreción de quien no precisa de fuegos de artificio retóricos para crear ambientes y atmósferas de sobresaliente efecto de realidad dentro de sus mundos posibles, dominador casi perfecto de la dosificación de la intriga para mantener prendida la atención de los lectores, pero sin descuidar por ello la exigencia de ofrecerles una obra intelectualmente digna, estimulante por las perspectivas de ideas que ofrecen.