En un mundo convulso, donde un imperio que había asombrado a todos se desmorona, surge la figura de Pirro, sus guerras y campañas, contadas por un amigo de la infancia al cual juró lealtad y fidelidad, al mismo tiempo que nos narra su vida trepidante, llena de acontecimientos guerreros y amatorios que corren paralelos a la de su señor y rey, entrecruzándose muy a menudo. “Pirro (El amanecer del Águila)”, nos descubre los logros de uno de los últimos reyes caballeros de la antigüedad que poseía un excelso sentido del honor, dándonos datos fidedignos de sus campañas y técnicas, de las cuales aprendió el mismísimo Aníbal… Una novela histórica amena que posee similitudes con las “Vidas paralelas” de Plutarco y los “Episodios nacionales” de Galdós. La primera, por esa visión conjunta de los hechos, en los cuales se entrelazan las vidas de los principales protagonistas, que son testigos de su tiempo, que afectan, con sus voluntades a lo que ocurre, que son envueltos por los sucesos, que los unen y los separan continuamente. Las anécdotas nos dan perfiles de su carácter, en especial de Pirro, de una manera muy gráfica. La segunda, porque está narrado en primera persona y nos da un testimonio de primera mano y nos narra su visión desde el mismo terreno, lo cual revigoriza y da a lo que acontece un punto de vista más intenso y real. Una narración de ritmo trepidante que consigue mantener la tensión de principio a fin.