Desde la ironía y, por qué no, desde el buen gusto, se pretende dar un repaso a la historia de la Cultura jugando al maravilloso juego de la descontextualización y la mixtura. En doscientos cuentos cortos, intensos y espasmódicos, aparecen y desaparecen escritores, artistas plásticos, gentes del cine, filósofos, poetas… que se enredan en un nudo temporal que los une en espacios de absurda realidad. De este modo se comparan movimientos espirituales por enfrentamiento o, a veces, por la pura jocosidad del encuentro imposible. El hilo conductor de esta historia de la Historia es una petición post mortem de Fernando Barrere a su mejor amigo, el autor, que consiste en que le relate historias a su cadáver, de cuerpo presente, hasta que pueda darle fin a una botella de Havana 7 que le ha dejado en herencia. Los microrelatos se suceden en cascada y el mundo intelectual corre una aventura que nada entre lo mínimo y lo trascendente.