La expresión ?razón recuperada? alberga dos sentidos: el de una razón liberada del secuestro al que, hasta hace muy poco, la venían sometiendo, cada uno a su manera, el relativismo epistemológico y el cinismo moral, y el de una razón que ha recobrado la salud tras una breve pero intensa enfermedad ?posmoderna?. Asumiendo sus propios logros, desaciertos y equivocaciones, así como las críticas ?no todas ellas injustas? que ha ido recibiendo a lo largo de estas décadas, la razón vuelve a recuperar ahora una naturaleza moral capaz, entre otras cosas, de paliar los efectos del fracaso al que nos han conducido los planteamientos ?alternativos? irracionalistas.