El catarismo fue una doctrina religiosa cristiana que propugnaba la salvación mediante el ascetismo y el rechazo del mundo y que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X. Tras la desparación del imperio romano, y debido a la influencia que tuvo en la occitania francesa el reino visigodo, partidario del arrianismo, los cátaros, o albigenses, se vieron obligados a reestructurar y desarrollar un nuevo enfoque de la creación, la redención y la salvación, diferente al defendido por la Iglesia de Roma. Durante los siglos XII y XIII, llegarían a representar el modelo de cristianismo derrotado.