Hace ya algún tiempo, Hervé Vilard compuso una de las más conocidas canciones de los 60. Su título original (que no voy a recordar aquí, por motivos evidentes), dio pie a que algunos periodistas del motor titularan sus artículos de igual forma, anunciando el final de la producción del Ford deportivo. Dicen que el tiempo lo cura todo. Años atrás (no demasiados), si alguien preguntaba en un comercio especializado acerca de la existencia de modelos a escala del Capri, la única respuesta, concisa, clara y exasperante que se recibía era, de nuevo, el famoso estribillo francés. Hoy día las cosas afortunadamente han cambiado, pero para ello, han tenido que pasar 25 años desde que saliera de la fábrica el último ejemplar de Capri fabricado. Si los entusiastas siguen apoyando a este emblemático modelo de Ford como hasta ahora, quedará claro de una vez por todas que el título de la canción, si se hubiera pensado para el vehículo que nos ocupa, estaría rotundamente equivocado.