Ofrece, también, ideas para la elaboración de nuevas políticas públicas respecto a un ámbito de actividades económicas que en el caso concreto de México no ha recibido la atención requerida. Tanto México como España son países geográficamente orientados al mar y con posiciones estratégicas importantísimas. México, con largas costas de más de nueve mil kilómetros, además cuenta con la ventaja importantísima del estrecho Istmo de Tehuantepec, cuyas potencialidades para el comercio no se han explotado todavía. Pero, con todo ello, y lamentablemente, México ha vivido de espaldas al mar; no solo su flota de transporte internacional es prácticamente inexistente sino que su flota pesquera, aparte de algunas grandes empresas esencialmente atuneras, carece de significación y ha quedado reducida a una pesca artesanal obsoleta y depredadora de los recursos naturales. En cuanto a España, la longitud de sus costas se describe entre cerca de cinco mil y un poco más de siete mil kilómetros.