La risa y el humor convocan la atención de los niños y de este modo los ayudan a aprender. El humor ayuda a reducir la tensión, mental y física, tanto en los niños como en los docentes. La risa contribuye en gran medida a aliviar el estrés. Puede hacer que la jornada escolar parezca más breve y que la tarea educativa parezca más liviana.