El pontificado de Juan Pablo II está apagándose. El tiempo de la sucesión ya se ha instalado. ¿Habrá un cambio dramático en la Iglesia a su muerte? ¿Volverán los aires renovadores de Juan XXIII o se profundizará la restauración? Juan Pablo II es la contracara de Juan XXIII. Roncali dejó una Iglesia parada sobre sus propias bases. Él fue, esencialmente, su obra: el Concilio Vaticano II, la asamblea ecuménica que generó un debate amplio, osado y profundo con la participación de todas las tendencias del catolicismo. Wojtyla reemplazó esos cimientos por el pilar de su persona, su imagen. Tiene una noción teatral de la existencia. Una escenificación de su accionar pontificio en la que él es el protagonista principal, casi único. Ese ha sido el rasgo predominante en el pontificado de Karol Wojtyla. Lo que, en definitiva, podría explicar la extraña contradicción que muestran 25 años durante los cuales la Iglesia perdió fieles, al mismo tiempo que la figura de Juan Pablo II alcanzó fuerza y notoriedad vigorosas. En Infalible y Absoluto Claudio Fantini analiza con lucidez y sin prejuicios el pontificado de Juan Pablo II y decubre detrás de cada uno de sus gestos y acciones el verdadero sentido político que Wojtyla le dio a su papado, como ha construido su poder y cómo es y será la Iglesia que lo sobrevivirá. Más allá de las apariencias, más allá de la imagen de humildad y sacrificio que se ha erigido a su alrededor, el autor revela la verdadera figura del hombre que condujo a la Iglesia durante el último cuarto de siglo y cuyas directrices marcarán el futuro de la religión con más fieles de Occidente.
