Vivimos en una cultura espiritualmente insensible, aislados unos de otros, demasiado ocupados para tomarnos tiempo para reflexionar y tratando desesperadamente de equilibrar, sin venirnos abajo, las mil y una situaciones de tira y afloja que la vida nos ofrece. Brian Draper indaga cómo las personas normales, sean religiosas o no, pueden vivir el día a día cada vez con mayor plenitud y bienestar empleando su inteligencia espiritual.