Nada más sencillo que tomar unos colores y dejar su huella en una hoja de papel. Nada más gratificante que percibir en un momento dado que la propia obra está acabada, separarse de ella y contemplar todo el proceso creativo integrado en una forma completa, cerrada y perfecta. En nuestro país, numerosos centros de día para mayores y residencias de tercera edad ofrecen a sus usuarios la posibilidad de participar en el taller de mandalas. Los animadores culturales han quedado sorprendidos de la concurrencia a esta actividad y de la buena disposición de los participantes.