El elemento constitutivo de una biblioteca consiste en formar una colección y proyectar sus servicios con el fin de responder a determinados objetivos, sirviendo a una comunidad de usuarios. Sin esta fuerte convicción en los objetivos y la proyección al servicio, la colección permanece inerte y tal vez no podría ni siquiera llamarse biblioteca a esta organización. El servicio es el corazón del negocio de la biblioteca. La adopción de metodologías de gestión responde a las exigencias íntimas de una administración eficaz que optimiza resultados, llevando a cabo su cometido. Las culturas y las prácticas de la calidad han entrado en el horizonte de las bibliotecas. Se incorporan a la gestión y planificación conceptos como: centralidad en el usuario; mejoramiento continuo; una visión global de los problemas; y la gestión basada en los procesos, con modelos transversales de responsabilidades compartidas en función de resultados (en lugar de modelos jerárquicos). Gracias a los estudios de usuarios obtenemos una información fundamental para orientar las acciones de la biblioteca. Son la base para confeccionar un plan de marketing que busque llegar a los lectores reales y potenciales de la institución y, sobre todo, permita conocer sus necesidades y expectativas, de modo de alcanzar su satisfacción. La gestión por proyectos es una de las metáforas organizativas que mejor encierran un cambio cultural y operativo marcado profundamente por la transformación. Se compone de un conjunto de valores, recursos, técnicas y proyectos encaminados a introducir nuevas y avanzadas soluciones organizativas, administrativas, tecnológicas, productivas y de servicios. Al enfatizar en procesos de cambios constantes en el tiempo, es posible transformar el modo de ser y de obrar de una organización bibliotecaria y se pueden desarrollar y difundir procesos de aprendizaje individual y organizativo. Una cultura corporativa nace y se desarrolla fruto de las relaciones con la sociedad, con la propia o..CONTINÚA
