A lo largo del verano y el otoño del año 2009 Jorge emprende un largo viaje por lugares que hasta hace poco estaban prohibidos, en las profundidades de Siberia. Tras recorrer toda la Rusia europea en barcos y trenes siguiendo la huella de los GULAGs, penetra en Siberia a través del Tren Transiberiano, utilizando, después, las más recientes vías férreas del BAM (Baikal Amur Magistral) y del Amuro Yakutkaya Magistral. Ya en Yakutsk, espera a otros cuatro viajeros para embarcarse por el Río Lena hasta el Océano Glacial Ártico. En la Ruta de los Huesos, una carretera construida por los adversarios políticos de Stalin, Jorge y sus compañeros sienten que están viajando por un cementerio de 2000 kilómetros de longitud, bajo cuyo suelo fueron enterrados varios millones de zeks , presos que caían desfallecidos por las crueles condiciones de trabajo, Este viaje a las entrañas de Siberia transformó a Jorge de tal manera que, una vez en Hospitalet de Llobregat, España, tardó más de un mes en salir de su casa para proseguir su vida normal y emprender un nuevo viaje.