El hormigón, hoy, concita la animadversión del hombre de a pie, pero también el amor por parte de los arquitectos. Este divorcio afectivo no debe en cualquier caso enmascarar el proceso ?complejo y profundamente enraizado en la historia? que lo ha conducido a su extraordinario desarrollo, hasta el punto de convertirlo en el material más utilizado en el mundo de la construcción desde hace cincuenta años. Este es el objetivo de la presente obra: explorar los orígenes, analizar la génesis de una técnica que hoy resulta simple, pero que ha precisado casi dos siglos para conformarse. Parece poco, es cierto, observado desde la perspectiva de la historia de la arquitectura. Pero es mucho lo que se ha conseguido en realidad: un material económico, flexible y estéticamente aceptable, que propone un continuo diálogo entre el constructor y la obra.