“Hace años, cuando investigaba escenarios de guerra, di con un grueso haz de tradiciones centroeuropeas sobre el destino de Europa. El tema era tan interesante que cuando volví a ser dueño de mi tiempo lo publiqué con el título de Los profetas del Bosque. Al poco de publicarse, Manuel María Echarte , que por entonces enseñaba Historia en San Sebastián, me escribió: ...me dejas aguardando con ansia otro libro que recoja los profetas de la piel de toro, y sus palabras fueron un reto para escribir lo que ya sabía y para seguir buscando lo que sospechaba que existía: opiniones del Cielo sobre España y Portugal a lo largo de veinticinco siglos”.