¿Cómo puedo tener esperanza de transmitir al lector la idea que yo tengo de la belleza del puerto de Sidney? No he visto nada que se le iguale en cuanto a paisaje ceñido por la tierra, en la relación especial entre las razas, en la fácil tolerancia de la delincuencia y la corrupción, en la mezcla familiar que se puede contemplar en la acera del bar Coluzzi cualquier mañana, donde se puede encontrar a jueces y escritores y a las catalogadas con un eufemismo como ’identidades de raza de color’, todos amontonados felizmente juntos al sol, sintiéndose de alguna manera en el centro neurálgico de la ciudad. Peter Carey