Los hombres y las mujeres han tenido siempre la necesidad de comunicarse, no sólo con palabras y gestos; también haciendo viajar su mensaje a través del tiempo y del espacio. Antes de la invención de la escritura había otras formas de enviar mensajes no escritos, como las señales de humo, pero se las llevaba el viento. Era necesario encontrar nuevas maneras de mandar mensajes a lugares remotos, cosas que recorrieran los caminos, objetos reales que comunicaran sentimientos. Así fue como se hizo necesario crear la escritura. Esta colección nos narra la increíble aventura del lenguaje escrito, desde la invención de los nudos para tomar nota de cantidades, hasta el uso del ordenador en nuestros días.