Hace miles de años surgió en Asia una de las civilizaciones más antiguas cuyas influencias son evidentes todavía. Creció hasta ser el Imperio más extenso y duradero de la historia: China. Sustentada por el trabajo de una esforzada clase de agricultores, esta enorme sociedad pudo producir sorprendentes obras de ingeniería, inventos tecnológicos y profundas doctrinas que guiaron su vida en pos de la armonía. Sucesivas dinastías la gobernaron hasta que, a principios del siglo XX, abdicó el último emperador. Este libro analiza con detalle los cambios políticos, religiosos y culturales ocurridos en este país, con testimonios documentales arqueológicos, pictóricos y fotográficos.