Alfred Jarry situaba su famosa farsa, Ubú Rey , con estas palabras: “La acción en Polonia, es decir, en ninguna parte” ¿Y por que no en cualquier parte?, cabe preguntar. “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, dijo alguien. Sometida al “efecto Jarry”, la máxima se aplica igualmente a toda geografía. Pinta un mundo exótico y prodigioso, una milenaria China falsificada si se te antoja. Puéblala de cabezas que vuelan y de oráculos fallidos, de perros meteorólogos, de soñadores de toda laya. Y pintarás la tragicómica aldea que, bajo una luz compasiva y terrible, inocente y perpleja, iluminan...