Esta obra es una aproximación a la Historia de la medicina, un relato que como la naturaleza puede adoptar numerosas y variadas formas. Para quienes consideran que «todo ya ha sido dicho» (nihil novi sub sole, nada nuevo bajo el sol) estas páginas plantean la tesis contraria; nada es inamovible, el mundo, gira y sin cesar muda de piel. La inspiración, partiendo de modelos previos, ha existido siempre. Molière imitó a Platón, éste a Menandro, quien forjó su espíritu en otros; Bach y Haëndel «copiaron» de autores «menores » como Buxtehude o Frescobaldi; ¿acaso es motivo éste para restarles un ápice de grandeza? Los genios superaron las acrimonias de la vida: envidia, injusticia y humillación —el éxito ajeno es lo que menos perdonan los hombres—, y gracias a su talento y trabajo nos han regalado obras inmortales. Al autor de La Henriada, un coetáneo de envenenada pluma lanzaba estos dardos: «Monsieur de Voltaire lee frecuentemente y con fruto, libros que yacen completamente olvidados… Y, extrae piedras preciosas de esas minas desconocidas». ¿Pero es acaso ésta una tarea no lícita? ¿En la humanidad entera ha existido criatura alguna capaz de crear ex nihilo; a partir de la nada? La rueda de la vida muestra cómo el presente deviene del pasado y se erige en trampolín del incierto y apasionante futuro. La Historia es un continuum de hechos devanados como el áncora desde la rueda.